Covalagua
Las características geológicas únicas del espacio natural de Covalagua le han hecho acreedor de su reconocimiento como Monumento Natural, denominación que comparte en la Montaña Palentina con Las Tuerces.
Como justificó la Junta de Castilla en su designación en 1992, Covalagua constituye un "excelente ejemplo de formación kárstica, con presencia de la mayoría de los fenómenos típicos de dicha formación". En consecuencia, este monumento natural alberga numerosas surgencias creadas por el río Ívia al deshacer el carbonato cálcico hasta aparecer en la superficie en forma de cascadas.
En este entorno encontramos también la Cueva de los Franceses, que con sus casi 600 metros de salas es la única visitable de la provincia; y el Mirador de Valcavado, desde donde se domina el Valle de Valderredible y los pueblos palentinos de Cezura, Lastrilla y Berzosilla.
A su interés geológico se suma la presencia otros restos de gran valor histórico como es el Pozo de los Lobos y el Menhir del Canto-Hito; vegetación en forma de bosques de hayas, quejigos y melojos; y una fauna que incluye ciervos, corzos, jabalíes y lobos.