Arbejal, a orillas del río Pisuerga, se encuentra aguas abajo de la presa del embalse de Requejada, en una fértil vega donde los pastos y cultivos se alternan con grandes masas de robledal.
Su iglesia, dedicada a San Andrés, perteneció a la Orden Templaria de San Juan de Jerusalén. En su interior conserva varios retablos rococós del siglo XVIII en los que destaca una magnífica talla de San Sebastián atribuida al maestro Alejo de Vahía. La sacristía posee pinturas murales del Prior de la Orden de Malta y una magnifica pila de agua bendita labrada en piedra.
Se conserva el ábside de la ermita románica de Santiago, que hoy es cementerio.
Arbejal está situado a los pies de una serie de crestones rocosos negros que, bajo el nombre de Peñas Negras, fue lugar fortificado de gran importancia por su posición estratégica en la Reconquista y del cual solo quedan pequeños restos de sus murallas y torres.
El caserío posee bellas casas solariegas con buena fábrica en piedra, balconadas y blasones. Destaca la Casa de la Inquisición, de 1762, y un molino harinero, hoy convertido en vivienda.
El camino Lebaniego hacia Santo Toribio de Liébana empieza a tomar altura tras su paso por la localidad, compartiendo trayecto durante unos kilómetros con la Senda del Oso, que cuenta en su recorrido con el mirador de las Matas. A su vez, la Senda
de la Hoya de los Lobos conecta Arbejal con el Parador Nacional de Turismo.