El monasterio de Santa María la Real es de estilo tardorrománico, al que pertenecen la iglesia, el claustro bajo y sus dependencias anejas. El edificio sufrió una gran ampliación entre los siglos
XVII y XVIII, culminándose pocas décadas antes de la Desamortización de Mendizábal (1835), que supuso el abandono del monasterio y el comienzo de su ruina.
El conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1914, aunque años antes, en 1866, se estableció una protección imposibilitando su venta. En 1977 se creó la Asociación de Amigos del Monasterio, capitaneada por José María Pérez “Peridis”, que acometió la restauración definitiva, convirtiendo a Santa María la Real en el dinámico centro que hoy es, al servir como Instituto de Educación Secundaria, centro asociado de la UNED y lugar de difusión de este estilo artístico, tan importante para la comarca, que es el románico a través del centro expositivo
ROM, Románico y Territorio (nuevo concepto para mostrar el arte románico.
Tiene un claustro de estilo cisterciense de los siglos XII-XIII con ampliación del claustro alto del siglo XVII, donde destacan los capiteles: los más antiguos son dobles del siglo XII, y con decoración animal y vegetal; los más modernos del siglo XIII muestran motivos vegetales. La iglesia, construida entre los siglos XII y XIV, tiene planta basilical con cuatro puertas de acceso. Destaca la capilla mayor donde se encontraban tres sepulcros góticos de las familias Castañeda y Villalobos.