La iglesia fue destruida durante la revuelta de los mineros de 1934, así que todo la obra actual es fruto de una reconstrucción, salvo dos ventanas y la esquina sureste, donde se observan algunos sillares románicos reaprovechados. Las ventanas del muro este y sur, junto con algunos canecillos, son los únicos elementos románicos. Estas ventanas llevan arco de medio punto apoyada en pares de columnas acodillas recogidas por capiteles vegetales con flores de cuatro pétalos o figuras antropomórficas enfrentados. En cuanto a los canecillos, encontramos un lector, un atlante y un personaje tirándose de los cabellos.
