Principales Singularidades:
Una de las portadas mejor conservadas de todo el románico de Castilla y León
Conserva pinturas murales
Principales valores:
Iglesia rural de reducidas dimensiones, se compone de nave única sin separación de tramos y ábside semicircular, precedido por presbiterio recto que da paso a la nave a través de un arco doblado que reposa en columnas con capiteles historiados. el del lado del evangelio muestra a Daniel en actitud orante en el foso de los leones. El profeta es respetado por una pareja de leones que le lamen los pies. Frente a él, el capitel del lado de la epístola muestra al ángel enviado por Dios para proteger a Daniel. La portada se abre en un antecuerpo del muro meridional de la nave y sobre el muro occidental se alza una espadaña románica. Las cubiertas conservadas consisten en bóveda de horno en el hemiciclo y cañón apuntado en el tramo recto que lo precede. La nave debió recibir este último sistema de abovedamiento, sustituido a fines del siglo XIX o inicios del pasado por el actual de entramado y perfil rebajado. A la caja de muros románica original se adosaron en el siglo XVI la sacristía y el pórtico, también el coro alto de madera de los pies.
Destacamos también la rica colección de canecillos que encontramos el en ábside y en el presbiterio; se representan músicos, guerreros, exhibicionistas, máscaras, liebres, o canecillos geométricos simples.
La portada se organiza alrededor de un arco apuntado y consta de seis arquivoltas decoradas con media caña, bocel, dientes de sierra, y una última arquivolta con una representación de la Última Cena junto con dos personajes laterales, todos ellos cobijados bajo arquillos. Estos dos últimos personajes llaman la anteción al representarse un anciano de larga cabellera leyendo, probablemente un profeta y en el otro extremo un escultos en el momento de ejecutar su trabajo. Este retrato del artífice, además de constituir un motivo iconográfico infrecuente, presenta el interés de añadir la firma del artista– inscripción “M I C A E L I S M E F E C I(t)” grabada en el arquillo– y la re p resentación de uno de los libros de modelos que servían de guía plástica e iconográfica a los escultores. En cuanto a los capiteles se representan parejas de grifos afrontados, Sansón desquijarando al león, centauro en lucha con un léon, pareja de animales fantásticos, dragones, lucha entre un infante vestido con cota de malla y escudo tringualar contra un león, representación de las Tres Marías ante el Sepulcro, capiteles vegetales que recuerdan a algunos de los San Andrés de Arroyo, león atacado por una serpiente.
Las pinturas murales fueron realizadas por una técnica mixta de temple y fresco y una cronología entre 1475 y 1500. La distribución de las conservadas es la siguiente: en el casquete del hemiciclo el Salvador entre ángeles y bajo él, y en la bóveda del presbiterio, el ciclo de la Anunciación, Visitación, Epifanía, Huida a Egipto, Matanza de los Inocentes, Presentación en el templo y Ascensión.